¿Religiosidad y Espiritualidad es lo mismo?

Por Manuel Basurto V.

Siendo de un continente donde crecemos con una cultura religiosa predominantemente judeo cristiana seguramente damos por sentado que contamos con una fe que nos sustenta y que por tanto tenemos una vida espiritual. Y seguramente es así también para cualquier persona que crea o practique cualquier otra religión. Pero muchas veces me he preguntado si ¿religiosidad y espiritualidad es lo mismo?
Se define por religión: Un sistema de la actividad humana compuesto por creencias y prácticas acerca de lo considerado como divino y sagrado. Y religiosidad es el cumplimiento riguroso de esas practicas y creencias. Mientras que espiritualidad: desde el punto de vista filosófico, hace referencia a la oposición entre materia y espíritu, o entre interioridad y exterioridad. 

Básicamente entendemos entonces que religiosidad es el esfuerzo por cumplir con la religión, en tanto que espiritualidad sería todo lo relacionado al espíritu u opuesto a la materia y a lo exterior. Entiendo y esto lo he constatado por propia experiencia que una persona religiosa no es necesariamente espiritual y viceversa. Es decir que aunque podría ser muy devota a su credo particular, puede carecer de profundidad en relación a lo interior y por lo tanto no ser alguien espiritual. 

Parece ser que existe una confusión en cuanto a ambos términos, inclusive he podido ver que mucha gente, especialmente jóvenes, muestran cierta aversión por la espiritualidad porque lo relacionan con religiosidad, es decir el cumplimiento riguroso de un conjunto de normas que para ellos significa una cantidad de prohibiciones y obligaciones, todo lo que no deben hacer y lo que están obligados a hacer. El resultado de esta confusión es muy triste porque a mi modo de ver los bloquea a descubrir lo más maravilloso que se puede encontrar, que es tener una vida interior.

Creo que ser espiritual o tener profundidad interior no tiene nada que ver con las creencias religiosas que se tengan y valdría la pena establecer la diferencia. A la mayoría de nosotros la religión nos ha enseñado que somos seres espirituales por naturaleza, que tenemos un alma, que existe un ser divino superior, y todo eso esta muy bien; el inconveniente viene cuando la religion quiere que el alma se adapte a reglas y normas impuestas por sus dogmas y especialmente por sus representantes. Siendo que lo más importante a mi entender es descubrir tu yo espiritual el cual no tiene nada que ver con tu afiliación religiosa. 

Hay unas palabras de Maurice Nicoll que explican muy bien este punto:

No captamos el hecho de que somos invisibles…no comprendemos el hecho de que la vida, antes que cualquiera de sus definiciones, es un drama de lo visible y lo invisible. Creemos que solo el mundo visible posee realidad y estructura, y no concebimos que el mundo interior que conocemos como pensamiento, sentimiento e imaginación posea una estructura real y existente en su propio espacio, aunque este no sea el espacio con el que estamos en contacto a través de nuestros órganos sensoriales.

Creo que todos los humanos percibimos o sentimos de alguna manera que somos algo más que carne y hueso, hasta me atrevería a decir que la gente que creemos menos civilizada es la que más consiente esta de esa parte invisible, como los indígenas, campesinos, etc, quienes honran y veneran a sus ancianos, la tierra, los animales, etc., a la par que tienen sus creencias religiosas. 

En cambio en nuestra cultura hemos establecido una separación, nuestra religión no se refleja en nuestro modo de vida, se ha reducido muchas veces al cumplimiento de tradiciones y rituales externos que poco o nada tienen que ver con nuestro espíritu. Y lo que es peor, creyendo que cumplimos con esas normas, nos hemos perdido de lo esencial que la mayoría de esas mismas religiones enseña, como es el amor y la unidad. Así lo expresan las confesiones más importantes y veneradas del mundo:

- Cristianismo: El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.

- Budismo: Aquel que se rige por el amor, se rige por Dios.

- Judaísmo: El amor es el principio y el final de la Torah.

- Confusionismo: El amor pertenece a la alta nobleza del cielo y es el hogar         tranquilo donde debe morar el   hombre.  

- Sufismo: Cuerdos y locos , todos lo buscan a El heridos de amor, igual en           la mezquita que en el templo o en la iglesia. Porque sólo Dios es el Dios único     del amor.

Concluyendo tendríamos que decir que el verdadero ejercicio de nuestra fe está en la practica del amor porque como dice la Biblia: 

Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren. Y ¿como podemos amar a Dios a quien no vemos, si no amamos a nuestro prójimo a quien vemos?