Todo pasa, todo cambia y el alma permanece.

Por Manuel Basurto V.
Hablar de la muerte produce una extraña sensación, quizás debido a que no es un tema del que precisamente nos guste hablar y también por el misterio que la envuelve, por lo menos lo es así para mi. A pesar de que vemos y oímos acerca de la muerte casi cotidianamente no es algo que nos atañe hasta que le ocurre a alguien cercano a nosotros. Muchas veces la forma súbita e inexplicable con que aparece nos deja perplejos,
percibimos el dolor de los afectados pero en realidad creo que no podemos ni imaginar lo que sienten. Mucho menos podemos imaginar nuestra muerte. 

Una vez leí que en el velatorio de una persona acaudalada le preguntaron a uno de los asistentes ¿cuanto había dejado el fallecido? a lo que este respondió: pues...dejo todo! y creo que así podríamos resumir lo que es la muerte, significa dejar todo, por lo menos en lo que a nuestra existencia terrenal se refiere. Seguidamente surgen las preguntas del millón: ¿que viene después? ¿porque la existencia humana es tan fugaz y que sentido tiene? ¿porque parece no tener fin la cadena del nacer y morir entre muchísimas otras que seguro uds. también tendrán. Mucha gente que ha tenido influencia en la humanidad se ha referido a la vida como una ilusión o como un sueño por lo que para ellos la muerte significaba solo el despertar o el fin de la ilusión, según ellos nuestro temor a morir es mayor cuanto más apego a la ilusión tenemos.

El hombre nace sin dientes, sin cabello y sin ilusiones. Y muere lo mismo: sin dientes, sin cabellos y sin ilusiones. Alejandro Dumas. 

Y siendo así ¿no sería bueno hacer el ejercicio de irnos desapegando de todo lo relacionado con esa ilusión de las formas? nuestra forma física y la de nuestros seres queridos, las posesiones materiales y en fin todo aquello que en realidad llegado el momento tendremos que dejar. Este sería el proceso de morir antes de morir. Uno podría pensar que eso significaría no disfrutar de nada de este mundo por el solo hecho de ser efímero y temporal, pero creo que es al contrario, cuando tenemos esa conciencia de lo temporal se puede disfrutar más de todo pero sin apegarse, sin la ilusión de querer que sea para siempre, solo lo disfrutamos intensamente mientras dure sin creer que ahí esta nuestra realización. 

Morir es también cambiar, desprenderse, despojarse, todo lo cual también podemos ejercitar antes de la hora final, aquí en casa tenemos la buena costumbre creo, de hacer cada cierto tiempo lo que llamamos una "purga" desprendiéndonos de todo lo que no necesitamos desde ropa, papeles, utensilios, muebles, etc, los regalamos o donamos y lo inservible simplemente lo tiramos aliviando así nuestro equipaje.
Si somos algo más que la forma física aunque nos cueste aceptarlo o entenderlo y hay algo más que lo que supuestamente se origina en el cerebro, sería sensato dedicarle parte de nuestro tiempo a descubrirlo y aprender sobre eso.

Recordar que van a morir es la mejor manera que conozco para evitar la trampa de pensar que tienen algo que perder. Ya están desnudos. No hay ninguna razón para no seguir a su corazón. Steve Jobs

En esta cita por ejemplo Steve Jobs habla de seguir al corazón lo cual es llamativo siendo un hombre que utilizo mucho y muy bien la mente. Creo que somos parte de una energía, Dios o la palabra que prefieran usar para nombrar lo innombrable que nos da lo que llamamos vida y esta en su poder creativo e inteligente determinar todo lo esencial relacionado con nuestra vida y muerte. Y así como esta energía se manifiesta en nuestra forma corporal otorgándole vida dentro de un periodo de tiempo terrenal, de igual manera retornamos a la misma fuente de energía viva de donde salimos, por lo que cave pensar que en realidad no existe la muerte como tal, en el sentido de final de todo. Todo pasa y el alma permanece.