Pienso que hay muchos aspectos que no son visibles pero afectan nuestra salud y que desconocemos, quizás porque nunca nos hemos detenido a preguntarnos al respecto o quizás porque convivimos con ciertas emociones y sentimientos hace tanto que casi se han incorporado a nuestra manera de ser por lo que nos resulta más difícil darnos cuenta
que se trata de algo negativo que nos está afectando así como a los demás. Actualmente hay mucha gente dándose cuenta que la mayoría por no decir todas las enfermedades tienen su origen o causa en el interior de la persona, la ciencia médica hasta a encontrado un nombre para eso, la llaman enfermedades psicosomáticas.
La medicina reconoce la importancia de los procesos emocionales en la aparición y desarrollo de algunas enfermedades, pero este extremo es difícil de cuantificar y precisar por depender de factores y variables difíciles o imposibles de estudiar con el método científico. Wikipedia.
Como ven la ciencia se encuentra con factores variables difíciles o imposibles de estudiar y a mi me parece que se debe principalmente a que estos factores se encuentran en otro nivel, el nivel mental y espiritual.
Todos nos damos cuenta que nuestro estado de animo repercute negativa o positivamente en nuestra salud, principalmente el enojo, la ira, la tristeza, etc, y viceversa si estamos alegres, entusiastas y motivados; pero creo que pocos nos detenemos a escuchar y sentir nuestro cuerpo a menos que tengamos algún dolor o malestar. No estamos acostumbrados y mucho menos a sintonizar con nuestro cuerpo interior y escuchar lo que nos quiere decir esa inteligencia que lo hace funcionar.
Encuentro interesante lo que dicen algunos estudiosos acerca de que existe una inteligencia del corazón, otra del cerebro y así para cada órgano ¿sino de que otra manera funcionarían de forma interdependiente ?
Nosotros somos la totalidad de nuestro cuerpo y al contrario de lo que profesan algunas creencias no debemos mortificarlo intencionalmente sino otorgarle la honra y cuidado que se merece siendo la creación divina que es.
Por lo general trato de no remitirme al pasado porque a veces al hacerlo sin darnos cuenta lo revivimos dándole energía lo cual a mi modo de ver no es saludable y menos cuando se trata de experiencias un tanto negativas. Sin embargo hace unos días escuchando una conferencia sobre auto curación de la escritora Louise L. Hay ella explicaba que a veces es importante remitirse al pasado a fin de descubrir si hay algún aspecto que ha quedado oculto y quizás no percibimos el cual podría estar ocasionando alguna enfermedad o malestar físico.
Ocurrió que coincidente-mente había estado sintiéndome bastante mal del estomago, así que me anime a hacer esta revisión interior. Para mi sorpresa entre otras cosas caí en la cuenta que por bastante tiempo he albergado un sentimiento inconsciente de envidia en relación a la vida de otras personas e incluso de gente a la que aprecio.
"La envidia es peor que el hambre, porque es hambre espiritual" (Miguel de Unamuno).
Este pensamiento me pegó fuerte haciéndome ir más profundo para ver de que manera se había estado manifestando ese sentimiento y encontré que debido a algunas circunstancias de mi vida que posiblemente creía injustas, había convivido con el sentimiento de que la vida de los demás era mejor que la mía.
Les ¿suena esto familiar? ¿se han sentido así alguna vez? pues creo que esa es una de las raíces de la envidia, justamente pensar y sentir que no tenemos lo que nos corresponde o que deberíamos tener algo más o mejor. Que no se confunda esto con aspirar a algo mejor, uno puede hacerlo sin necesidad de envidiar, sin partir de ese estado negativo de no apreciación y agradecimiento de lo que ya se tiene. Uno podría pensar ¿pero esto que tiene que ver con el cuerpo? yo creo que mucho, porque todo nuestro ser está enlazado o interconectado y las partes invisibles como son los pensamientos y emociones tienen repercusión directa sobre las partes físicas y visibles.
Para mí fue una grata liberación darme cuenta de ese angulo oscuro de mis pensamientos y creo estar ahora más atento para no permitir que aniden en mi mente y corazón. Claro que ha veces es inevitable creer que "el césped del vecino siempre es más verde que el nuestro" pero ayuda recordar que solo se trata de un pensamiento y que por lo tanto lo podemos cambiar.
Encuentro interesante lo que dicen algunos estudiosos acerca de que existe una inteligencia del corazón, otra del cerebro y así para cada órgano ¿sino de que otra manera funcionarían de forma interdependiente ?
Nosotros somos la totalidad de nuestro cuerpo y al contrario de lo que profesan algunas creencias no debemos mortificarlo intencionalmente sino otorgarle la honra y cuidado que se merece siendo la creación divina que es.
Por lo general trato de no remitirme al pasado porque a veces al hacerlo sin darnos cuenta lo revivimos dándole energía lo cual a mi modo de ver no es saludable y menos cuando se trata de experiencias un tanto negativas. Sin embargo hace unos días escuchando una conferencia sobre auto curación de la escritora Louise L. Hay ella explicaba que a veces es importante remitirse al pasado a fin de descubrir si hay algún aspecto que ha quedado oculto y quizás no percibimos el cual podría estar ocasionando alguna enfermedad o malestar físico.
Ocurrió que coincidente-mente había estado sintiéndome bastante mal del estomago, así que me anime a hacer esta revisión interior. Para mi sorpresa entre otras cosas caí en la cuenta que por bastante tiempo he albergado un sentimiento inconsciente de envidia en relación a la vida de otras personas e incluso de gente a la que aprecio.
"La envidia es peor que el hambre, porque es hambre espiritual" (Miguel de Unamuno).
Este pensamiento me pegó fuerte haciéndome ir más profundo para ver de que manera se había estado manifestando ese sentimiento y encontré que debido a algunas circunstancias de mi vida que posiblemente creía injustas, había convivido con el sentimiento de que la vida de los demás era mejor que la mía.
Les ¿suena esto familiar? ¿se han sentido así alguna vez? pues creo que esa es una de las raíces de la envidia, justamente pensar y sentir que no tenemos lo que nos corresponde o que deberíamos tener algo más o mejor. Que no se confunda esto con aspirar a algo mejor, uno puede hacerlo sin necesidad de envidiar, sin partir de ese estado negativo de no apreciación y agradecimiento de lo que ya se tiene. Uno podría pensar ¿pero esto que tiene que ver con el cuerpo? yo creo que mucho, porque todo nuestro ser está enlazado o interconectado y las partes invisibles como son los pensamientos y emociones tienen repercusión directa sobre las partes físicas y visibles.
Para mí fue una grata liberación darme cuenta de ese angulo oscuro de mis pensamientos y creo estar ahora más atento para no permitir que aniden en mi mente y corazón. Claro que ha veces es inevitable creer que "el césped del vecino siempre es más verde que el nuestro" pero ayuda recordar que solo se trata de un pensamiento y que por lo tanto lo podemos cambiar.
tengo problemas en la tiroides y quisiera saber si algun sentimiento pudo afectar dicha glándula
ResponderEliminarGracias por escribir, en realidad no tengo más conocimientos sobre salud que el común de la gente. Cuando escribí este artículo lo hice compartiendo mi propia experiencia de buscar una respuesta interior a una dolencia física y descubrí lo de la envidia. Te invito a hacer lo mismo con tu problema de tiroides y estoy seguro que también obtendrás una respuesta. No descarto tampoco hacerse un chequeo con un especialista. Saludos. Manuel
ResponderEliminarel pobre es el que tiene PERO no lo aprecia, porque vive ANHELANDO lo que no tiene...Y cuando lo consigue...fija la vista en otra cosa que NO TIENE y asi va por el mundo. Otra"es aquel que no tiene TIEMPO para disfrutar lo que con tanto esfuerzo YA ha conseguido...
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