19 ene 2015

7 MITOS FRECUENTES sobre el consumo de alcohol.

Por Manuel Basurto V.
Es frecuente que debido a la ignorancia o a una suerte de presión social hayamos llegado a creer en ciertos mitos con relación al consumo de alcohol. Mitos que hemos tomado por verdades sin hacer ningún razonamiento o cuestionamiento y que, como todo mito, se va trasmitiendo de generación en generación.

Espero con este artículo contribuir a la reflexión para que cada quien saque sus conclusiones y actúe con más conocimiento y consciencia.  

1. "Puedo beber grandes cantidades y no me emborracho". Es usual interpretar este síntoma del alcoholismo como una especie de inmunidad a los efectos del alcohol e incluso ser visto como una "proeza" que muchos festejan, cuando en realidad se trata de todo lo contrario. Lo que en verdad está ocurriendo es que cada vez su organismo está creando más tolerancia a la droga y por tanto necesitando mayores cantidades para obtener los mismos resultados que en su primera borrachera. En otras palabras, si este es su caso se encuentra en lo que se conoce como "carrera alcohólica".

2. "Solo bebo los fines de semana o soy un bebedor social". Es cierto que mucha gente sigue lo que se ha convertido en una especie de "dogma" o ritual, beber los fines de semana. Es cierto también de que muchos sólo lo hacen esos días y sin sobrepasar sus limites, es decir emborracharse hasta olvidar lo que se hizo durante la embriaguez. Sin embargo según atestiguan los alcohólicos, basta que hayamos consumido en exceso unas cuantas veces, es decir habernos emborrachado hasta quedar inconscientes, para que en nuestro organismo y psiques se haya instalado el potencial de volver a repetir esas crisis.

3. "Bebo sólo buenos tragos, buenos whiskys, buenos vinos". Esto también es un mito, puesto que no existe alcohol bueno o malo cuando se trata de un alcohólico, ya que los efectos son los mismos. Es bien sabido que gente culta y de gran poder adquisitivo ha terminado bebiendo lo mismo que bebe un pordiosero, ya que la dependencia  si se apodera de uno no hace distinción.

4. "Jamás bebo sólo". Esta afirmación sólo se la puede hacer uno, a si mismo. Pero cuando se ha creado la dependencia por lo general para la persona es muy difícil ser honesta consigo misma. Ya nos cuesta bastante serlo estando sobrios, cuanto más con los efectos de la bebida, esta es una de las razones por las que al alcohólico le es muy difícil reconocer y aceptar su alcoholismo.

5. "Se controlarme, se cuando decir basta". No se descarta que para mucha gente sea así, hay muchos que conocen sus limites e incluso hay quienes pueden beber una o dos copas diarias de vino por ejemplo y nunca exceder esa medida. Por otro lado sería bueno tomar en cuenta la opinión científica que dice que hay gente propensa a convertirse en alcohólica, sobretodo si hay antecedentes en la familia. Por lo tanto, es bueno ejercitar con frecuencia y conscientemente este auto-control y conocer muy bien nuestros limites.

6. "Cuando tomo se me agudizan los sentidos, puedo conducir mejor, soy más elocuente, aumenta el placer sexual, etc". Cierto, sobretodo al comienzo y es ahí donde radica la tentación de seguir, ya que no se puede negar la intensificación del placer. Lo cruel de esto es que nos engaña y seduce mediante esas sensaciones iniciales, ya que como cualquier otra droga después nos induce a querer más buscando justamente prolongar el placer. Pero el alcohol intoxica física y psicologicamente y nos destruye paulatinamente. 

7. "Es importante enseñar a los niños a consumir bebidas alcohólicas". Algunos le llaman a esto "prepararlos para la sociedad" o "darles cultura alcohólica". Pero nada más lejos de la realidad, lo que estaríamos haciendo en todo caso es preparando el caldo de cultivo para nuevos alcohólicos. Por el contrario lo que tendríamos que hacer es educar a los niños explicándoles y dándoles la mayor información real e imparcial posible. Evitando también hacer un tabú del tema.

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