24 ene 2012

Manténganse Hambrientos! Manténganse Descabellados! (parte 2)

“Nada de esto tenía incluso una esperanza de aplicación práctica en mi vida”. Steve J.

Por Manuel Basurto V.
Reflexionando acerca de esta frase encuentro que muchas veces en la vida no entendemos algunas cosas que nos suceden en el momento, la mayor parte del tiempo quisiéramos que los acontecimientos sobretodo esos que parecen aleatorios se ajustaran más a nuestros propósitos y deseos. Esta actitud por lo general crea una resistencia inconsciente a lo que es, al presente y por consecuencia una resistencia a la vida,porque la vida siempre es ahora.

Cuando se la encara bajo esa óptica,
es increíble, pero pareciera que la vida también nos respondiera con la misma actitud, es como si nos dijera: seré lo que tú quieres que sea, si lucha quieres, pues lucha te daré, si me tratas como un obstáculo, seré un obstáculo. Sin embargo la experiencia nos enseña que es frecuente descubrir más adelante, que las cosas que nos ocurrieron aunque en el momento parecían negativas, fueron lo mejor que nos podía haber ocurrido. 
“Por lo tanto, tienen que confiar en que los puntos de alguna manera se conectarán en su futuro”.

Algo que me causa admiración en Jobs y es cumplimiento práctico de lo que mencionaba antes, fue su reacción ante su aparente fracaso cuando lo despidieron de su propia compañía, como lo expresó en sus palabras: “La pesadez de ser exitoso fue reemplazada por la liviandad de ser un principiante otra vez, menos seguro de todo. Me liberó para entrar en uno de las etapas más creativas de mi vida”. Aquí vemos que no permitió que el aparente fracaso lo hundiera sino que por el contrario, al aceptar incondicionalmente lo que le estaba sucediendo, le permitió ver con claridad y aún con gozo la siguiente etapa que la vida le estaba ofreciendo. Me recuerda la anécdota de Tomas Edison, cuando vio como se incendiaba su laboratorio que era la obra de su vida llamo a su hijo, diciéndole: Ven mira! no quiero que te pierdas esto, es maravilloso! pues ahora  tenemos la oportunidad de comenzar todo de nuevo!  Entonces podríamos concluir en que mucho depende de cuál es nuestra actitud frente a lo que nos ocurre en la vida.

Ahora bien, cuando se habla de aceptación es frecuente entenderlo como resignación, conformismo o falta de acción, pero no se trata de no hacer nada frente a lo que nos ocurre, sino que cualquier cosa que decidamos hacer parte de una actitud de aceptación interior a lo que es ese momento, porque cuando algo ya es ¿qué se puede hacer? Nada. Así que de nada sirve oponer resistencia y querer que sea de otra manera. 

Aceptar significa alinearse con lo que es, es ponernos en armonía con una inteligencia superior a la nuestra, más allá de nuestra comprensión, lo cual nos permite observar con mayor claridad lo que podemos o no podemos hacer, deberíamos o no deberíamos hacer. Eso es lo que hacen estos seres verdaderamente exitosos, no permiten que las circunstancias externas los afecten tanto que modifiquen su paz interior y al armonizar con ese todo superior, al confiar, simplemente entran con gozo a la siguiente etapa, que en el caso de Jobs, fue la más creativa de su vida.

Otro factor importante de cara a los cambios, es cuan apegados estamos a algo, es maravilloso poder decir como Steve J. que se “sintió liberado de la pesadez del éxito”, y es que en nuestra naturaleza humana esta aferrarnos a cualquier estado que nos parezca satisfactorio o ideal olvidando que en este nivel terrenal, el nivel de las formas, todo es transitorio. Como bien lo resumió Jesús cuando dijo: 
No os hagáis tesoros en la tierra donde el polvo y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan… al parecer Jobs sabía esto muy bien, desde el momento que afirmó:  Ser el más rico del cementerio no es lo que más me importa... Acostarme por la noche y pensar que he hecho algo genial. Eso es lo que más me importa.

“No obstante, diez años después, cuando estaba diseñando la primera computadora Macintosh, todo tuvo sentido para mí”. Steve J.
Años después Jobs entendió muy bien que cada decisión que tomó siguiendo su voz interior tenía un propósito, todo encajaba maravillosamente con lo más grande que estaba destinado a hacer.
No pierdan la fe. Estoy convencido que lo único que me permitió seguir fue que yo amaba lo que hacía. Tienen que encontrar eso que aman.Y la única forma de hacer un gran trabajo es amando lo que hacen. Si todavía no lo han encontrado, sigan buscando. No se detengan. Al igual que con los asuntos del corazón, sabrán cuando lo encuentren. Steve Jobs

¿Qué más se podría agregar a esto? Quizás lo único que se puede enfatizar es lo que dice: que si todavía no han encontrado lo que aman, sigan buscando, no se detengan…esto es muy alentador, porque nos ofrece la esperanza de que si seguimos buscando lo encontraremos, no importa lo que hayamos sido hasta hoy, ni la edad que se tenga, si nos mantenemos hambrientos y descabellados encontraremos lo que amamos y aunque no podamos dedicarnos al 100% a eso, por la razón que sea, si lo incorporamos a nuestra vida aun parte del tiempo, esta tomará una nueva dimensión añadiéndole una chispa de vivacidad y alegría que hará que todo tenga mayor sentido. 

Cuando trabajamos en lo que amamos, se vuelve un gran trabajo, porque aportamos parte de lo que somos independientemente de los resultados materiales que se pudieran obtener. Quizás a muchos de nosotros nos ha pasado que sentimos que somos muy poco o que quizás no tenemos ningún don o talento especial que desarrollar, esto quizás se deba a que constantemente nos muestran estereotipos de gente sobresaliente haciéndonos creer que son el ideal a alcanzar, iconos aparentemente perfectos sin mostrar el lado real y humano de esa gente y nuestra tendencia es a verlos como súper hombres o mujeres. 

Esto también ocurre con nuestra concepción del éxito y la felicidad, si el hacer la actividad que amamos no nos hace famosos, ricos y poderosos, entonces no vale la pena ni intentarlo, pareciera ser lo que nos dicen.
Yo valía un millón cuando tenía 23, y más de 10 millones cuando tenía 24, y más de 100 millones cuando tenía 25, y no fue tan importante porque nunca lo hice por el dinero". Steve Jobs