Por Manuel Basurto V.
Desde la antigüedad se ha definido la
buena salud como un equilibrio principalmente entre tres aspectos del ser
humano: mente, cuerpo y espíritu. Sin embargo me parece que en la actualidad se
le da un énfasis quizás excesivo a la mente y al cuerpo, todos deseamos
sentirnos bien, tener buen aspecto y por ende buena salud,
pero creo que en el
afán de conseguir esas cualidades hemos descuidado el aspecto principal, que es
el espiritual.
Mentalmente vivimos atiborrados de
información, creyendo que "estar informados" es la onda lo mismo que
acumular conocimientos, pero de que nos sirven los conocimientos si no tenemos
la sabiduría para la buena aplicación de los mismos.
Esto se nota claramente en los problemas
que se suscitan en las sociedades aparentemente cultas y desarrolladas donde se
nota un contraste extremo por ejemplo en el grado de violencia desenfrenada
entre sus mismos ciudadanos lo que hace que reine una inseguridad
impresionante.
Y lo mismo con el cuerpo, es llamativa la
cantidad de productos, formulas, dietas, ejercicios, etc, que nos ofrecen a fin
de conseguir "lucir bien", se pondera la belleza física al punto de
haberse convertido en un requisito indispensable para conseguir el éxito,
minimizando las cualidades humanas como el amor, la honestidad, el altruismo,
etc.
Cuando se les pregunta a los jóvenes de
la actualidad ¿que quisieran ser más adelante? es frecuente que la respuesta de
las mujeres sea ser modelos y los hombres, futbolistas o actores de cine. Y se
entiende desde que el prototipo del éxito que se promueve son estos; tipos
jóvenes, hermosos, famosos y ricos. Y ¿quién no envidiaría eso? Muchas veces me
he preguntado ¿cómo es posible que uno de esos famosos pueda ganar al año lo
equivalente al presupuesto de 10 años del Ministerio de Salud de un país pobre?
por ejemplo, y la respuesta que me viene, es que quizás somos nosotros mismos
los que contribuimos a que sea de esa manera, al idolatrarlos consciente o
inconscientemente.
Reconozco que alcanzar un lugar
preponderante en cualquier ámbito no es tarea fácil, y se que requiere
esfuerzo, disciplina y hasta sacrificio, lo que me cuestiono es porque estamos
tan dispuestos a contribuir a que esa gente gane tanto monetariamente hablando
y viva con un lujo desmedido, siendo que su aporte a la humanidad en la mayoría
de los casos solo es el del entretenimiento.
¿Será porque en el fondo nosotros
anhelamos lo mismo e ir contra ello sería en cierta forma ir contra nosotros
mismos? ¿Porque apoyamos tanto la farándula y los medios de entretención? ¿Será
porque vivimos tan alejados de nuestro ser que necesitamos de cualquier manera
y a cualquier precio escaparnos de nosotros mismos?
A MENUDO PIENSO ALGO MUY PARECIDO A ESO TAMBIÉN EN LO DIFÍCIL QUE ES DESCONECTARSE DE ESTE MUNDO QUE INFLUYA TANTO QUE LLEGA A SER PARTE DE NOSOTROS, HAY QUE HACERSE UN "LAVADO CEREBRAL", COMO EL QUE NOS HACE LOS MEDIOS Y TENER LA CONVICCIÓN SUFICIENTE PARA MANTENERSE FUERTES.
ResponderEliminarCreo que el primer paso es darse cuenta de que existen esos parámetros externos que nos influencian. El otro paso importante es dedicar tiempo a conectarse con uno mismo, aquietarse, preguntarse y reflexionar. Gracias por tu comentario!
ResponderEliminar