El crimen perfecto II. Celibato, moral y religión.

 "12 Hombres en pugna" Sidney Lumet 1957.

Por Manuel Basurto V.

Como les contaba en la primera parte me encanta el cine como lenguaje y en especial el género del suspenso porque a mi modo de ver refleja muy bien las emociones y pasiones humanas, claro que estoy hablando del buen cine, del arte cinematográfico. Creo que por medio de las películas se puede aprender mucho sobretodo
cuando ejercitamos un poco de análisis y reflexión sobre lo que expectamos.  
Como en el país donde vivo el tema del momento es el "juicio político" me pareció interesante aportar desde mi  punto de vista algunas ideas y apreciaciones que al lector le pueda servir si desea formarse un mejor criterio de esta situación o de cualquier otra donde se tenga que emitir un juicio o dar un veredicto sobre otro ser humano.

Remitiéndonos al caso en cuestión justo unos días antes del inicio de estos acontecimientos la prensa dio a conocer que el presidente estaba reconociendo a un segundo hijo fruto de otra relación mantenida durante la época en que se desempeñaba como Obispo de la Iglesia Católica. Esa noticia junto con la matanza de policías y campesinos ocurrida poco después fueron las gotas que colmaron el vaso y según dicen los analistas y como se venía anunciando hace años por los mismos políticos, se creo el "clima político propicio" para llevar a cabo el mencionado juicio. 

Comencé hablando del cine porque hay una película antigua que les recomiendo ver "12 Hombres en pugna" ya que justamente se trata de un juicio donde entre otras cosas se muestra la importancia de debatir, revisar y analizar concienzudamente todas la pruebas antes de condenar a una persona y otorgarse el tiempo debido antes de emitir un veredicto que después puede traer graves consecuencias. También muestra el coraje que se necesita para defender una postura acorde con la conciencia personal frente a una mayoría convencida de lo contrario por las aparentes pruebas y circunstancias. 

En este artículo creo importante referirme a un aspecto del cual también se habla mucho y es el de la solvencia moral del acusado ya que aunque no fue una de las acusaciones propiamente hechas, sí se menciono como un agravante principalmente por la manera en que este ha llevado sus relaciones afectivas y sus responsabilidades filiales con distintas mujeres e hijos durante el periodo que fue Obispo. Para entrar en contexto sería bueno recordar que este es un país predominantemente católico por lo que los actos de este señor en su posición de Obispo obviamente resultan más condenables. 

Y otro aspecto que creo interesante mencionar es que Paraguay sufrió una perdida muy grande de hombres en la famosa guerra de la Triple Alianza, por lo que me parece que quedó en la conciencia colectiva de los mismos que aquí hay mujeres de "sobra" y si sumamos a eso el "machismo" ya de por si implantado en el hombre latino, pues ha dado lugar a una cierta desvalorización de la mujer paraguaya y sus derechos.

Lo que quiero exponer es que lo que se censura en este caso no representa algo extraordinario ni aislado (salvo por de quien se trata), muy por el contrario es algo que casi forma parte de la cultura latina donde el núcleo familiar está muy deteriorado o es casi inexistente, es muy común por ejemplo ver una cantidad de madres solteras especialmente jóvenes con hijos no reconocidos y la misma sociedad sabe que los hombres suelen mantener relaciones y tener familia con más de una mujer y viceversa. 

No estoy aprobando ni excusando la falta de responsabilidad familiar lo cual es un problema por toda América Latina, pero si creo que es importante acotar el efecto que un sistema religioso puede producir al dictar unos preceptos que muchas veces son cargas demasiado difíciles de sobrellevar lo cual incide en que una sociedad se vuelva hipócrita, mojigata y pre-juiciosa. 

Y digo pre-juiciosa porque estoy casi seguro que muy pocos se han puesto a pensar lo que cumplir con el celibato por ejemplo puede llegar a ser para un hombre, estamos de acuerdo que es un voto y un compromiso que la persona hace libremente cuando decide ser cura y se esperaría que lo cumpla, pero me parece que en la práctica el cumplimiento de ese voto es sumamente difícil porque va contra la naturaleza misma del hombre, no digo que sea imposible pero me parece que es causa de sufrimiento y de los muchos problemas que la misma iglesia está afrontando ahora mismo.
         

La justicia no siempre es justa porque la aplican hombres poderosos convencidos de saber cómo juzgar a sus semejantes, es más, enfatiza que, al igual que en las relaciones humanas, también la justicia es a veces invisible, abstracta e ilógica. Orson Welles