9 dic 2012

La Envidia, una enfermedad del Ego!

Por Manuel Basurto V.
Es interesante cuando nos damos cuenta que es posible monitorear nuestro ser interior y conectarnos con nosotros mismos, detectar nuestras diferentes emociones y sentimientos y el porqué de ellos. Seguramente todos sabemos
lo que es la envidia porque en algún momento hemos sido presa de ella tanto envidiando como siendo envidiados. Y seguramente también todos los que lo hemos experimentado sabemos lo horrible y patético que es y cuanto nos gustaría deshacernos de eso.

La envidia está definida como una energía negativa trasmitida por nuestra mente y generada por los deseos de tener o estar en el lugar de la otra persona. Lo que llama mi atención es que aparece muchas veces como un sentimiento involuntario casi inconsciente, no es que deseemos sentirlo, lo que me hace estar casi seguro que tiene relación con nuestro ego. ¿Quien más sino el ego es el que nos demanda siempre por más en cuanto a posesiones y sobretodo en atención, reconocimiento, halagos, etc.? Y ¿Quien más sino el ego se siente afectado negativamente cuando no lo consigue?
Es notable ver que existe una relación intima entre las posesiones tanto materiales como de otra índole y la envidia, como es notable ver también que tenemos una tendencia subyacente a propiciar que nos envidien. Esto se manifiesta claramente en la actualidad a través de las redes sociales que sirven de vitrina donde mucha gente puede exhibir las cosas que hace, posee, y lo felices que estas los hacen parecer.

Por supuesto que no estoy generalizando y no hablo de los que comparten de forma sincera y natural acontecimientos o cosas que realmente son significativas para sus vidas. Me refiero en todo caso a todo aquello frívolo y superficial  que se publica con el solo ánimo quizás inconsciente de alimentar el ego.

Bertrand Russell sostenía que la envidia es una de las más potentes causas de infelicidad. Siendo universal es el más desafortunado aspecto de la naturaleza humana, porque aquel que envidia no sólo sucumbe a la infelicidad que le produce su envidia, sino que además alimenta el deseo de producir el mal a otros.

Cuanto más se reflexiona al respecto de este tema con mas claridad se ve como nos asedia y está en derredor nuestro causando muchos de nuestros males y conflictos en todo ámbito, como por ejemplo en el laboral, debido a que es por medio del trabajo que se desempeña que obtenemos el dinero para mejorar nuestra calidad de vida pero que unos a otros saboteamos a través de la envidia. Y ni que decir de las relaciones sentimentales cuando se envidia a la pareja del otro(a) y no se escatima esfuerzos para destruir la relación que envidiamos, siendo esta en muchos casos la de nuestros amigos y parientes más cercanos. Y así podríamos ir enfocando cada área donde este maligno sentimiento aparece y desenmascararlo como lo que es, pura energía negativa. 

A los que deseen deshacerse de estos sentimientos les ayudara saber que como es un estado mental es posible cambiarlo, dándonos cuenta que los primeros y mayor afectados somos los que envidiamos y esto es por partida doble, porque al ser una energía negativa esta nos carcome interiormente y segundo que como toda energía que emanamos puede construir o destruir, los efectos nos retornarán con el doble de intensidad con que la irradiamos.



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