3 dic 2012

No dejes que tu trabajo sea una traba hacia abajo!

Por Manuel Basurto V.
Hace unos días fui contratado por la empresa de una amiga para brindar apoyo y asesoramiento tanto al personal como a su joven hijo que estaba quedando al frente mientras ella se ausentaba para un tratamiento medico. Como lo he mencionado en otros artículos nunca fui partidario
de trabajar solo por un salario como tampoco encajar en un horario regular y todo lo que conlleva el sistema de trabajo convencional. Sin embargo en esta oportunidad tratándose de ser una ayuda para esta amiga y siendo que mi tarea sería la de asesorar y aportar a la organización y creación de un ambiente laboral propicio que asegure a su vez la buena marcha de la empresa, acepté. 

Una de mis funciones era la de estar antes de la llegada del personal 6:45 a.m para supervisar la entrada puntual del mismo a las 7:00 a.m y compartir una reflexión positiva antes de iniciar la rutina del trabajo diario. Solo este pequeño hecho y la observación del personal mediante la convivencia laboral que experimente por un corto periodo me dio ciertas impresiones que pensé sería útil compartir aquí. 

Estoy convencido que los seres humanos irradiamos una energía que de alguna manera nos afecta y se contagia especialmente cuando hay un grupo de gente que pasa tantas horas junta haciendo una tarea fija y rutinaria como lo es en cualquier centro laboral. Creo que la gente que trabaja de esta manera y que es la mayoría, se ve obligada a vivir una doble vida, la que muestra en el trabajo y lo que es fuera de él, hay muchos que a fuerza de tener que vivir así han llegado a representar un papel con gran idoneidad quizás también porque creen que son lo que representan mientras trabajan. Sin embargo han olvidado o no se han percatado que esa energía interior, nuestro espíritu o como queramos llamarlo no se puede ocultar y queramos o no aflora y es percibido por los demás afectándonos unos a otros.
Aunque siempre he sentido que algo anda mal con este sistema de trabajo no había reparado en que la palabra misma está compuesta por dos vocablos de connotación un tanto negativa: traba, de trabar, obstaculizar, detener, inmovilizar y abajo, es decir, hacia abajo, para abajo, "trab-bajo". Claro que como he mencionado antes esta palabra siempre la usamos con un cierto orgullo porque la relacionamos con el "deber cumplido"o como exhortación a cumplir con ese deber. Pero ¿no será que si miramos con detenimiento veremos que algo nos traba hacia abajo? como si una parte nuestra denunciara que es así pero la otra la acalla debido a que no puede ver otra salida para solucionar la supervivencia

Supuestamente trabajamos para poder vivir, pero si se pasa 8 o 10 horas diarias trabajando ¿cuando vivimos? estoy seguro que a la mayoría le gustaría poder dedicarle por lo menos algo de tiempo a lo que realmente ama y le interesa pero tiene que sacrificarlo en aras de ganarse el sustento. Lo que intento explicarme es que de por sí ya enfrentamos el trabajo con un conflicto existencial, lo que debemos hacer-contra lo que nos gustaría hacer, donde tenemos que estar -contra donde nos gustaría estar y así un largo etcétera. 

Y estoy seguro que todo ese conflicto forma una carga emocional que terminamos llevando y transmitiendo en nuestros centros laborales, aparte de toda la tensión y estrés creado ahí mismo por la competencia desleal, envidia, hipocresía, etc. No por nada la enfermedad de moda se llama estrés laboralPor supuesto que no estoy hablando de los trabajos que las personas aman hacer ni de aquellas que han llegado a amar lo que hacen, que son los ideales a que aspirar, hablo de un aspecto que me parece que se da en la mayoría de gente que hace labores rutinarias acompañadas de las mismas personas por periodos largos, lo cual puede crear rutinas tediosas con las consecuencias antes mencionadas. 

Lo bueno es que siempre podemos cambiar, basta con prestar atención a aquella parte de nuestro ser que se revela contra lo que nos sentimos obligados a hacer y abrir nuestra mente para descubrir nuevas maneras de sentirnos más realizados en todo lo que hagamos.

“ El único modo de hacer un gran trabajo es amar lo que haces. Si no lo has encontrado todavía, sigue buscando. No te acomodes. Como con todo lo que es propio del corazón, lo sabrás cuando lo encuentres.” Steve Jobs.














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