Por Manuel Basurto V.
¿A estas alturas de tu existencia, que considerarías un obstáculo para obtener paz interior en la vida de una persona?
Creo que un factor determinante o por lo menos uno de ellos es el EGO. Gran parte de mi vida escuché solo cosas muy favorables respecto al ego, principalmente porque se relacionaban con una buena auto-estima, respeto y amor propio, etc. Solo hace unos pocos años comencé a entenderlo
desde un enfoque muy diferente lo cual me hizo caer en cuenta del tremendo obstáculo que representa para alcanzar paz y bienestar interior, paz que a su vez depende en gran parte de tener una relación armónica con uno mismo, la naturaleza en toda su expresión y por supuesto los demás seres humanos.
¿A estas alturas de tu existencia, que considerarías un obstáculo para obtener paz interior en la vida de una persona?
Creo que un factor determinante o por lo menos uno de ellos es el EGO. Gran parte de mi vida escuché solo cosas muy favorables respecto al ego, principalmente porque se relacionaban con una buena auto-estima, respeto y amor propio, etc. Solo hace unos pocos años comencé a entenderlo
desde un enfoque muy diferente lo cual me hizo caer en cuenta del tremendo obstáculo que representa para alcanzar paz y bienestar interior, paz que a su vez depende en gran parte de tener una relación armónica con uno mismo, la naturaleza en toda su expresión y por supuesto los demás seres humanos.
¿Como es ese nuevo enfoque o concepto que tienes ahora acerca del ego?
En principio no es algo que haya descubierto por mi mismo, creo que hay grandes maestros espirituales antiguos como contemporáneos que nos lo vienen tratando de enseñar, desde Jesús, Buda, Ghandi, hasta W.Dyer, Jodorowsky o E. Tolle. entre otros.
En principio no es algo que haya descubierto por mi mismo, creo que hay grandes maestros espirituales antiguos como contemporáneos que nos lo vienen tratando de enseñar, desde Jesús, Buda, Ghandi, hasta W.Dyer, Jodorowsky o E. Tolle. entre otros.
En todas esas enseñanzas hay un punto importante a resaltar y es la relación intrínseca que tiene el ego y la mente, es sabido que nuestro cerebro es como un computador que almacena datos, pensamientos, recuerdos, experiencias, etc, con los cuales solemos formar el concepto de lo que somos, "nuestra identidad", en otras palabras nos definimos por lo que pensamos y tenemos almacenado en nuestra mente, lo cual podría ser ilusorio. Indudablemente que el pasado y todo lo que nos ocurrió existió y tiene una influencia en lo que somos, el error está en creer que todo ese conglomerado en nuestra mente conforma de manera definitiva y concreta lo que somos.
Pongamos por ejemplo una persona que tuvo una niñez infeliz y sufrió de diversas maneras, esta persona si se identifica completamente con los acontecimientos que la marcaron, fácilmente podría elaborar en su mente una imagen de si misma como de victima, llegando a creer que todo lo que le ocurrió en la vida esta relacionado con el sufrimiento de su niñez, lo mismo que su presente y lo que pueda acontecer en el futuro. Al pensar así es muy posible que eso mismo sea lo que atraiga, desde el momento en que ella así lo cree, será así porque en cierta forma lo ha determinado ya en su propia mente, de manera que para ella todo lo que le ocurra encajará con su identidad de victima.
¿Porqué esa falsa identidad representa un obstáculo para la paz interior?
Primeramente porque está basada en pensamientos y la mayoría de pensamientos que tenemos son compulsivos, muy pocos son los que logran controlar su mente, en la mayoría de los casos, es la mente la que controla a las personas. Frecuentemente el vaivén de los pensamientos no nos permiten anclarnos en nosotros mismos, es decir en nuestro ser interior. El otro peligro es que cuando se tiene una imagen muy definida de uno mismo, esta nos encarcela y solidifica, nos obliga a luchar por defender y mantener dicha imagen, de ahí porque hasta en una discusión defendemos enardecidamente nuestra postura o punto de vista, y es que de manera inconsciente la relacionamos con lo que somos, nuestra identidad, la cual vemos en riesgo de perder si cedemos en nuestras creencias. Por último al ser una identidad ilusoria, creada y alimentada solo por nuestros pensamientos no nos permite vernos ni aceptarnos tal como somos, perdemos así el conocimiento y la aceptación de uno mismo que es el ingrediente más importante para sentirnos en paz, liberados de la agotadora lucha por sostener una imagen de alguien que en realidad no somos.
Pongamos por ejemplo una persona que tuvo una niñez infeliz y sufrió de diversas maneras, esta persona si se identifica completamente con los acontecimientos que la marcaron, fácilmente podría elaborar en su mente una imagen de si misma como de victima, llegando a creer que todo lo que le ocurrió en la vida esta relacionado con el sufrimiento de su niñez, lo mismo que su presente y lo que pueda acontecer en el futuro. Al pensar así es muy posible que eso mismo sea lo que atraiga, desde el momento en que ella así lo cree, será así porque en cierta forma lo ha determinado ya en su propia mente, de manera que para ella todo lo que le ocurra encajará con su identidad de victima.
¿Porqué esa falsa identidad representa un obstáculo para la paz interior?
Primeramente porque está basada en pensamientos y la mayoría de pensamientos que tenemos son compulsivos, muy pocos son los que logran controlar su mente, en la mayoría de los casos, es la mente la que controla a las personas. Frecuentemente el vaivén de los pensamientos no nos permiten anclarnos en nosotros mismos, es decir en nuestro ser interior. El otro peligro es que cuando se tiene una imagen muy definida de uno mismo, esta nos encarcela y solidifica, nos obliga a luchar por defender y mantener dicha imagen, de ahí porque hasta en una discusión defendemos enardecidamente nuestra postura o punto de vista, y es que de manera inconsciente la relacionamos con lo que somos, nuestra identidad, la cual vemos en riesgo de perder si cedemos en nuestras creencias. Por último al ser una identidad ilusoria, creada y alimentada solo por nuestros pensamientos no nos permite vernos ni aceptarnos tal como somos, perdemos así el conocimiento y la aceptación de uno mismo que es el ingrediente más importante para sentirnos en paz, liberados de la agotadora lucha por sostener una imagen de alguien que en realidad no somos.
¿De qué manera el ego interfiere para tener una relación armónica con uno mismo, la naturaleza y los demás, como tu dices?
Desde el momento en que nos aferramos inconscientemente a una identidad creada solo en nuestra mente, esta recrea a su vez una realidad ilusoria vista a través de la pantalla del pensamiento, interpretada conforme a lo que pensamos, lo que nos lleva a catalogar, etiquetar y prejuzgar a todo y a todos incluidos nosotros mismos conforme a ese patrón de pensamiento.
Y cuando se mira y sujeta todo a un patrón pre-establecido es muy difícil por no decir imposible, simplemente "dejar ser" al mundo que nos rodea sin cargarnos con la responsabilidad de emitir juicios y querer que todo sea de otra manera. Esto no se debe confundir con conformismo o derrotismo, sino que nuestra acción, si hay alguna, nace de una aceptación práctica y pragmática de lo que es posible hacer o dejar de hacer realmente y no llevado solo por la emoción generada por el pensamiento. Creo que cuando nos desapegamos de la mente podemos contemplar y apreciar mejor la realidad, al sentir y aceptar con mayor libertad la vida y el contenido que nos ofrece.
El Zen dice: No busques la verdad. Sencillamente abandona tus opiniones.
Y cuando se mira y sujeta todo a un patrón pre-establecido es muy difícil por no decir imposible, simplemente "dejar ser" al mundo que nos rodea sin cargarnos con la responsabilidad de emitir juicios y querer que todo sea de otra manera. Esto no se debe confundir con conformismo o derrotismo, sino que nuestra acción, si hay alguna, nace de una aceptación práctica y pragmática de lo que es posible hacer o dejar de hacer realmente y no llevado solo por la emoción generada por el pensamiento. Creo que cuando nos desapegamos de la mente podemos contemplar y apreciar mejor la realidad, al sentir y aceptar con mayor libertad la vida y el contenido que nos ofrece.
El Zen dice: No busques la verdad. Sencillamente abandona tus opiniones.
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