4 may 2014

100 días sin una gota de alcohol. (Tercera parte)


Por Manuel Basurto V.
La cultura del alcoholismo.
A estas alturas, si han leído los dos primeros artículos de esta serie es posible que piensen que el autor es un alcohólico, afortunadamente no es así, aunque tengo que reconocer que solo una intervención divina me libró vez tras vez de convertirme en uno. Es solo mirando retrospectivamente y después de salir de la ignorancia sobre el tema,
que he podido comprender eso y ver que algunos amigos y personas cercanas no tuvieron la misma suerte. Algunos quedaron atrapados, otros están luchando por su recuperación (lucha que es de por vida), otros ni advierten que están en carrera alcohólica y a varios el alcohol ya les quitó la vida.

Aunque no se llegue a extremos de perder todo, tarde o temprano se sufren las consecuencias de la afición a la bebida, aparte de la dependencia física causada por los químicos que contiene y lo nocivo que es para el organismo, una de las más serias es la dependencia psicológica de "realzar" todo con una dosis de alcohol porque sino no será lo mismo, y nada más lejos de la realidad. Pero esto no se comprende sino hasta después de un periodo de por lo menos 90 días de abstinencia, pasados los cuales se alcanza sobriedad, lucidez mental y serenidad emocional; el cuerpo, la mente y el espíritu se desintoxican y se puede tomar conciencia de lo lejos que se estaba de una vida plena.

Creo que vivimos bajo una cultura alcohólica, donde la socialización, los negocios, las relaciones humanas y hasta sexuales, se catalogan y miden según que tanto alcohol consuma y tolere una persona. Aquí cave resaltar también que muy por el contrario de la creencia popular, la tolerancia a grandes cantidades de alcohol no quiere decir que se ha "aprendido a tomar", sino que por el contrario el organismo de la persona está comenzando a requerir más cantidades para lograr los mismos efectos de cuando se era un bebedor social, lo que significa el inicio de la adicción.

Como vuelvo a repetir no estoy en contra del consumo moderado de bebidas alcohólicas, solo trato de advertir sobre conocerse muy bien a sí mismo y tener auto-control para saber cuando se debe parar. Y que no es algo para tomar a la ligera, ni con actitud deportiva como suelen hacer los jóvenes, ejerciendo presión social sobre los que no toman al punto de excluirlos del circulo de amigos.

Si se ha tenido ocasión de presenciar directamente las crisis y el deterioro de la vida de una persona atrapada en el alcoholismo, se sabe que aunque ella logre darse cuenta del terrible estado en que se encuentra, no hay nada que pueda hacer para superarlo ya que es mucho más fuerte que su voluntad. Para ayudarla hay que tomar medidas drásticas como internarla en un hospital, seguir un tratamiento psiquiátrico, etc. Con todo el dolor que eso conlleva para el afectado y su entorno.

Lo más triste es que debido a nuestra ignorancia por lo general se les trata como viciosos o débiles mentales y faltos de voluntad, al no entender que se trata de una enfermedad, desde el momento que se trata de una adicción. 
Algo que he podido apreciar es que detrás de cualquier dependencia se esconde un estado emocional, alguna situación de la que se trata de escapar mediante la droga. Aunque con frecuencia se comienza de manera inofensiva, muchas veces solo con el animo de experimentar.  

Así que lo mejor que podemos hacer es detenernos a pensar y evaluar nuestras acciones, el estilo de vida que hemos optado, el entorno que nos rodea, lo que nos afecta, y las relaciones que tenemos. En algunos casos esta auto-evaluación puede resultar incomoda y a veces hasta nos puede costar hacer el cambio, pero no se compara con el sufrimiento y el precio tan alto a pagar en todo sentido de llegar a caer en una adicción. 

1 comentario:

  1. Si los padres han tomado mucho, sus hijos tendran una gran tendencia a caer en el trago. Otra causa es la inseguridad, complejos, etc...Nuestro Creador nos hizo de tal manera que nos podemos "elevar" en forma natural: una buena conversacion, comer tu plato favorito, un paseo en un dia de sol brillante, una buena noticia en el correo, relaciones sexuales placenteras, la visita de un amigo que no veias en mucho tiempo, etc. No deberiamos necesitar nada "extra" para sentirnos bien y "elevados"...PERO lamentablemente el mundo esta lleno de imperfecciones (despues de la entrada del pecado al mundo, luego de "la caida del primer hombre ADAN) Y si no tenemos a Cristo para llenar ese VACIO, lo tratamos de llenar con cosas materiales, o fama o poder...que SON PASAJERAS...

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