Como podemos afrontar nuestros Temores. II

Por Manuel Basurto V.

Hay ciertos pensamientos muy en boga de los cuales seguramente todos hemos escuchado sobretodo ahora con el incremento de los mismos en las redes sociales. Creo que casi todo el mundo sabe de los buenos efectos de la mentalidad positiva, las buenas vibraciones, la ley de la atracción,
el optimismo, la fe, etc. Sin embargo y a pesar de "conocer" todo eso, cuando llega la hora de la verdad, es decir, cuando algún suceso inesperado y no deseado golpea a nuestra puerta es cuando nuestras creencias o conocimientos son puestos a prueba y por supuesto nosotros mismos. 
No se como será para los demás pero en lo que a mi atañe he visto fácilmente tambalear por no decir derrumbarse todo aquello que creía era una base solida que me sostenía. Incluidas algunas creencias religiosas. 

Posiblemente muchos pensarán que entonces dichas creencias no eran solidas o verdaderas y quizás tengan razón, pero si tomáramos como ilustración el relato de Jesús en el huerto de Getsemaní (véase el primer artículo) y lo pusiéramos en una perspectiva humana, tal como creo que es la intención del mismo, se puede apreciar que todo aquello que él encarnaba, es decir, su deidad siendo hijo de la divinidad y con todo el poder y conocimiento que poseía no le fue fácil aceptar el cáliz de la prueba que le estaba viniendo, al punto de pedirle a su Padre que si fuera posible pasara de él esa copa. Partiendo de esta ilustración podemos ver que humanamente no es fácil afrontar el temor, sobretodo a la muerte, no importa cuanto poder o conocimiento creamos tener. Obviamente al final Jesús acepta que se haga la voluntad de Dios y no la de él y por lo mismo es revestido de una fuerza y poder extraordinarios para cumplirla.

Lo que intento explicarme con todo esto es que es importante y necesario pensar en estas cosas y día a día ir construyendo una base solida, algo así como un cimiento espiritual que nos sostenga cuando lleguen los momentos de prueba, ya que siempre llegaran, independientemente de cuantas pólizas de seguro se tenga ni de cuantos dígitos sea nuestra cuenta bancaria. 

Los grandes sabios y maestros nos dicen que nuestra vida está hecha de hábitos y creo que uno bueno sería pensar sobre estos hechos y realidades, entonces cuando lleguen no nos tomaran por sorpresa ni nos hallaran completamente desprevenidos causándonos pánico y desesperación. No estoy diciendo que debemos de andar obsesionados pensando en todo lo malo que nos pueda ocurrir al punto que no queramos ni salir de casa. Todo lo contrario, creo que tener conciencia de estos temas nos debería hacer apreciar más y mejor cada momento de nuestra existencia y todo lo maravilloso que nos ofrece la vida a cada instante por más simple que parezca.

Y pienso que parte de ese cimiento que nos ayude a afrontar el temor es la actitud de agradecimiento, sentirnos agradecidos, cultivar el agradecimiento muy sinceramente dentro de nuestro corazón, pensando que en buena cuenta lo mejor de todo lo que tenemos nos ha sido dado y que lo menos que podemos hacer cuando recibimos tantos regalos es expresar de la mejor manera que podamos nuestro agradecimiento.

Tal vez alguien diga, todo eso es muy bonito pero como podría uno agradecer lo malo que me ocurre, pero lo cierto es que si miramos bien, en realidad solo vemos lo que percibimos con nuestros cinco sentidos y nos afecta directamente, pero no vemos ni percibimos todos los engranajes que mueven el universo y sus propósitos. Si pensamos que al final todo nos ha sido dado ¿no deberíamos también reconocer y respetar la autoridad del dador? ya que de cualquier manera sería absurdo tratar de aferrarnos a algo sabiendo que todo es efímero y temporal y que de esta vida solo nos podremos llevar, por paradójico que parezca, lo que hayamos dado.