8 may 2016

LA CAJA SORPRESA...Y LA FE. Manuel Basurto V.

Hay un juego que suelo jugar con los niños en mis actuaciones de animación infantil. Consiste en pasarse de mano en mano una caja mientras bailan al ritmo de una canción, la caja supuestamente contiene una sorpresa;
cuando la música se detiene el que se queda con la caja deberá abrirla y quedarse con la sorpresa si está ahí, caso contrario, si al abrirla se encuentra con otra caja más pequeña deberá retirarse del juego.

Para crear expectativa antes de iniciar les pregunto si les gustan las sorpresas y por qué? Recibo una gran cantidad de respuestas entre las cuales resalta que lo que les gusta es la emoción que crea el no saber qué contiene o de qué se trata la sorpresa, el misterio, la intriga y la expectativa generada es lo emocionante.
Aquí jugando la Caja Sorpresa con los niños
Lo que hace atractivo el juego es que a medida que abren la caja se van encontrando con una más pequeña cada vez, lo que va reduciendo también el número de jugadores. Comenzando con una caja bastante grande terminamos con una muy pequeña. Algo que siempre llama mi atención es que al llegar a la más chica antes de la última ronda les pregunto si todavía creen que hay una sorpresa y la respuesta unánime es: Siii

¿Qué es lo que hace que sigan creyendo que hay una sorpresa después de ver como las cajas y los jugadores se han ido reduciendo? 

Obviamente no es que crean en mí, la mayoría nunca me ha visto antes y no hay nada que yo haya hecho o dicho para que me crean.
En mi opinión se trata de una conexión innata que los niños tienen con una fuente interior que naturalmente los hace tener fe y por tanto creer en lo que esperan recibir, quiero decir, que su fe no es forzada, ni impuesta por alguien, no es algo que tenga que tener y ni siquiera necesitan algo en que creer, simplemente está en ellos quizás debido a que el ofrecimiento viene de alguien superior y su expectativa de recibir es tan grande que no cabe otra opción.

Ellos desconocen el final del juego pero no es algo que les preocupe, lo que más disfrutan es el momento, el estar jugando. El juego termina cuando a algún niño le toca abrir la última caja y por tanto la más pequeña, para darse con la sorpresa de que está vacía para asombro de él y todos los participantes; las reacciones son muy diversas, hay los que se enojan, otros se sienten defraudados, otros se quejan y protestan, etc, lo que casi no ocurre es que alguno abandone su lugar como si se resistieran a  creer que no haya sorpresa. Al final como es de esperar les explico que la sorpresa era tan grande que no entraba en la cajita y acto seguido le entrego el premio al ganador.

Reflexión: 
No es así este juego de la vida? Sabemos que si o si el juego va a terminar y que antes o después tendremos que abandonarlo, así que lo mejor que podemos hacer es disfrutarlo mientras dure. Que seamos ganadores no debiera ser el objetivo, sino gozar al máximo del misterio y la emoción que este genera teniendo fe en que recibiremos lo mejor aunque no podamos ver ni entender el final.






No hay comentarios:

Publicar un comentario

Apreciamos! tus comentarios a Clip para el Alma!